Es el mes de la explosión de la primavera, pero también es un mes muy indeciso: hay mañanas en las que el sol parece iluminarlo y sin darnos cuenta saltamos a la plenitud del verano, pero siempre estamos a tiempo de que una nube nos devuelva a febrero. La unanimidad es imposible.
A Orwell, por ejemplo, le encantaba que nadie, ni dictadores ni burócratas, pudiesen impedirnos disfrutar de abril y su milagro: «Los placeres de la primavera están al alcance de todo, y no cuestan nada». Y sin embargo a Edna St. Vicent este mes le parecía un charlatán y un mentiroso, un imbécil que balbuceaba y va por ahí tirando flores: «¿Con qué intención, abril, vuelves otra vez? La belleza no es suficiente». Si tenía razón, seguramente su mayor mentira llegue al final, cuando el 23 recordamos que Cervantes y Shakespeare murieron el mismo día: Inglaterra aún no había adoptado el calendario gregoriano y Shakespeare, en realidad, murió en mayo. Pero tampoco importa, porque de hecho Cervantes no murió el 23 sino el 22. Qué lío, abril. Edna tenía razón. La belleza no es suficiente.
Fuente: Agenda 2020 Blackie Books – Abril