Humanidad en cadena. Humanidad de moda.

La filosofía y la psicología tienen los días contados como ciencias privadas en las que necesitas haber estudiado para pertenecer al equipo de profesionales. Hoy cualquiera podemos ser filósofo o psicólogo. El ser pensador, reflexivo y/o crítico está de moda, es algo de ser «super cool».

Coloco en mi muro frases profundas sobre el mundo que me rodea, la gente las lee y «le gusta». Publican expresiones que definen conductas humanas en 140 caracteres, se leen y se reenvían. He aquí la cadena que marca el paso, el camino hacia la moda «filo-psicológica».

¿Dónde veo el error de todo esto? En que ciencias como estas, en mi opinión, pretenden observar y reflexionar con el fin de interiorizar y explicar, no sólo calcar la premisa. Eso es quedarse muy lejos.

Personas que se tatúan un infinito y no se comprometen ni con su despertador. Algunas muy consideradas que comparten frases e imágenes de ataques contra el medio ambiente, pero no analizan los atropellos que llevan a cabo en su día a día. Otras que condenan comportamientos de personas, sin ser capaces de ver que están condenando su sombra. Así no. ¿Humanidad «crítica» porque es tendencia? Aquí es donde habría que pararse y bajarse.

Bajarse de un mundo que viste por modas, que habla por modas, que se entretiene por modas, que come y bebe por modas, que reflexiona… ¡porque está de moda!

Observemos y critiquemos porque sí. Profundicemos en las cosas para no quedarnos sólo con lo que nos interesa, sino conocer lo máximo posible. Porque debemos reflexionar para que todo vaya a mejor.

Cortemos esta humanidad en cadena. Abandonemos la humanidad de moda.

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